sábado, 21 de julio de 2018

Mejora de un GAZ M-20 Pobeda de Yat Ming. 1/24. Por Joan Betulo





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BRICOMINIAUTO










Cuatro pinceladas del coche real.

Este modelo es el primer coche soviético de la posguerra producido por la ahora empresa rusa GAZ (  Gorkovsky Avtomobilny Zavod). Fue el primer turismo de la Rusia soviética que contó con una carrocería monocasco, y siendo uno de los primeros del mundo en tener una carrocería tipo pontón. Es decir, las aletas estaban integradas en el cuerpo del coche y los faros encastrados en el mismo, sin ningún tipo de decoración. Eso sí, sus acabados eran toscos y sin refinamientos.

En Junio de 1946 se inicia la producción en masa ( este proyecto ya se empezó a trabajar durante la Segunda guerra mundial ) del Gaz M-20 Poveda ( nombre elegido por Stalin, que quiere decir Victoria). La producción total llegó a los 235.999 unidades, entre los que se incluyen 14.222 descapotables y 37.492 taxis. No obstante los modelos abiertos, que se produjeron desde el año 1949 hasta 1953, no tuvieron buen mercado, cejando la GAZ en su producción.

De 1955 a 1957, varias miles de unidades del M20, fueron construidos con un sistema de tracción a las cuatro ruedas, proveniente del GAZ 69, un pequeño vehículo militar soviético adaptado para transitar por malos terrenos, escarpados o las infinitas carreteras rusas sin asfaltar. Esta versión sería designada como “ GAZ M-72”. Según los rusos , el M-72 fue el primer vehículo off road con acabados de “lujo” en una carrocería cerrada. La verdad es que es muy fácilmente diferenciable de la berlina normal, enormes ruedas, mucha altura libre al suelo, y claro, la tracción a las 4 ruedas.


 




El GAZ M-20 Pobeda de Yat Ming.

Con los anteriores modelos de la Europa del Este, los Trabant, ya empezamos a conocer el corto listado de coches soviéticos de Yat ming. Ahora le toca a la versión berlina del GAZ M-20 Pobeda. La reproducción del fabricante chino, es un poco como su alter ego real, sencilla, un tanto tosca, pero bien resuelta. El desmontaje del mismo es muy sencillo, dos tornillos nos sujetan el chasis a la carrocería. Los trenes rodantes asimismo van cogidos a la parte interna del chasis con sendas parejas de tornillos ( obviamente no tienen dirección), y los parachoques enganchados con el sistema térmico de fundir las puntas. Todo es desmontado, limpiado y reservado. 


 



Al chasis estuve a punto de pintarlo con spray negro, pero quería hacerle unos desgastes a pincel seco, lo que al pintar con spray me complicaba enmascarar el escape y demás partes metálicas. Al final pinté en aluminio el escape, silenciadores, grupo motor  cruceta de transmisión y tubos de cableado de freno. Previamente he ahuecado la punta del escape. Un poco de Burn red de Tamiya para el tubo de escape y lavado en Smoke del grupo motor. En negro satinado a pincel de Vallejo ( óleos acrílicos) se ha pintado la transmisión y los conjuntos de suspensión. Todo el resto de “chapa” se ha pintado en negro mate de Vallejo a pincel, una vez seco con una pequeña brocha de pelo duro ( de vieja), y un pincel seco muy suave se desgastó toda esa chapa. A las llantas que están dotadas de tres aperturas de aireación se les dió volumen con Smoke de Tamiya. Se montan parachoques y conjuntos de ruedas.

 




El interior del Pobeda está bien resuelto….para tratarse del nicho de coleccionismo en que está situado este coche. Eso sí, tiene inexplicablemente una gran falta, que es la ausencia de la parte posterior del respaldo del asiento delantero, quedando un feo hueco. Toca tirar de plasticard de 1 mm, tomar medidas, cortar, pulir, redondear esquinas, enganchar y enmasillar la pieza, hasta que quede como parte original del asiento. También con un tubito de 1 mm se le dió forma al sujetador que llevaba este coche para los pasajeros en el asiento posterior. Se añadió el cenicero que originalmente llevaba el Pobeda. 

 

Ahora tocaba realizar toda la decoración interior. Originalmente todo está inyectado en un monocolor marrón , que aunque tiene los detalles, queda todo muy juguetero. Por tanto se le da una capa de imprimación de gris claro de Vallejo. Una vez seca, y tras consultar alguna documentación, me decanto por una decoración interna a base marrones simulando la externa. Se pintan todas las piezas, del interior a aerógrafo con Light Brown de Model Air de Vallejo. Una vez bien secas, enmascaro con cinta los bordes de las partes medias de los asientos, para pintarlas con Marrón Rojizo Acrílico de Vallejo. Para que el color no me rezume bajo la cinta, intento pintar los laterales del dibujo con un pincel cargado con poca pintura, casi más un pincel seco que un verdadero pintado. Insisto en dos o tres capas y el centro que me lo permite, con el pincel más cargado de pintura, pero sin que chorree. Esta combinación de colores la hago servir también para los tapizados de las puertas. Para los detalles de estas hago servir Aluminio Brillante y para la punta de los elevadores de vidrios el color Tofee Caramelo. Las bandas en Marrón Rojizo de los cogedores de las puertas, son algo más complicados de que salgan rectos, por lo que tomo medidas , y corto cinta de enmascarar pintando encima de ella. Luego la engancho y si toca, se repasa.



 



El suelo y una pieza de la parte de la bandeja posterior, decidí en principio floquearla, pero como tengo todavía airfix terciopelo de algunos colores, pensé que lo mejor era forrarlas con el viejo sistema. Por tanto saqué plantillas con la cinta de enmascarar, la coloqué encima del airfix, cortando las piezas. Previamente hay que pintar el pedalier en negro mate y dejar secar. Las piezas no tienen mucho secreto, hay que ir adaptándolas, siendo el sitio más complicado precisamente el del pedalier, que obliga a cortar piezas muy pequeñas para tapar el verdadero suelo.
Los tapizados de las puertas tienen unos vivos y unos tornillos en aluminio, los primeros a mano alzada haciendo un pincel seco, y los tornillos, hago servir una aguja a la que le he cortado la cabeza y he lijado hasta dejar el “ mástil” de la misma recto y plano. Es ideal para tornillería y que te salgan redondas las cabezas.
Para el tablier use el mismo principio, pero separando el volante y su mecanismo del primero. Tapé la cinta de relojes y ambos relojes redondos con cinta de enmascarar. Capa de imprimación, pintura LB, y darles unos detalles en aluminio como los brazos del volante, el pulsador del claxon o la parte media de la palanca de cambios. En el tablier, se pintó en aluminio la radio o alguna parte de la botonería.En negro los marcos de los relojes redondos, Con negro muy diluido, casi agua sucia, se perfilaron la rejilla del altavoz o la separación de las partes. La punta de la palanca de cambios también se pintó en TC. Una vez acabado y seco, se le dió una capa de barniz brillante.


 






La pieza grande tapizada como el suelo es el techo. Tras tomar medidas e ir recortando una tarjeta de visita, tapicé esa pieza y con cinta de enmascarar la coloqué en el techo ( con el coche ya acabado de retoques de carrocería). Antes de
empezar a toquetear esta zona, cosa curiosa el espejo retrovisor  Está como parte del molde de la pieza de los “vidrios”. Toca sacar la pieza de sus alojamientos, es decir de cuatro tetones remachados. En mi caso, no se si el chino de turno tenía prisa, pero casi ni estaban remachados con lo que con un destornillador y haciendo palanca me salieron bien, menos una esquina, pero como va tapada con el tapizado ni se ve. Toca, pues, cortar la pieza del espejo del alojamiento y reengancharla en su sitio ( se pinta en negro satinado y la parte del espejo con aluminio brillante). Los derivabrisas de las puertas traseras, en realidad van de color aluminio, igual que los derivabrisas delanteros. El marco de las puertas delanteras los pinto en negro mate.

 





Al tratarse de una berlina de 4 puertas, y solo abrirse las delanteras, toca panelar las traseras, o sea que hacer servir la aguja y pintar encima con negro diluido, limpiando con bastoncillo de orejas y palillos.


 


 Para el capó motor y la tapa del maletero no hace falta, ya que al igual que en los Trabant son partes atornilladas a la carrocería ( que complicación), y dejan bastante bien el panelado. También hay que panelar la entrada de aire entre el capó y el parabrisas. Para el frontal, en la parrilla del radiador, que está muy bien cromada, hay que darle negro mate en los interiores, ya que sino se ve todo el cromado de la pieza y queda irreal. De esta manera, si que parece que la pieza tiene separación entre las lamas para que pase el aire. También ha habido que cromar el labio superior del capó que en el coche real si lo está. El tono del cromado, no es el mismo, pero queda aparente. Una buena limpieza y pulido tras tanto manoseo y nos queda el coche listo para las fotografías. Perdonad si me he extendido tanto, pero quería hacer llegar la idea de que con un simple coche de serie, muy sencillo, y con un poco de trabajo, se puede tener una pieza más que digna.  


















JOAN BETULO