Tenía dos plazas delanteras y tres traseras muy holgadas (especialmente en su generosa banqueta y espacio para las piernas) y un amplísimo maletero que por volumen fue imbatible por sus competidores durante muchos años, y toda esta amplitud envuelta con unas líneas exteriores redondeadas que le confería un aspecto discreto. Fue un automóvil con un diseño avanzado para su época. Su apariencia exterior supuso un fuerte cambio respecto a su antecesor, el Ford Granada, de líneas cuadradas, pero heredó de él la indiscutible robustez mecánica y la precisión y fiabilidad mecánica de sus motores. El fabricante buscaba en el Scorpio una clientela ejecutiva y / o familiar basándose en la buena aceptación que había tenido el Ford Granada en toda Europa, especialmente en sus últimas versiones. Por otra parte cabe recordar que Europa comenzaba a salir firmemente de la crisis y que, unido a la fuerte caída del precio del petróleo se convertía en una oportunidad que el fabricante quiso aprovechar para introducir una gran berlina a la que se le podía permitir un considerable consumo.
Fue el primer automóvil producido en serie que traía de fábrica grandes innovaciones, en su equipamiento incluía elementos de seguridad y confort desconocidos hasta el momento, como el sistema antibloqueo de frenos y frenos de disco a las cuatro ruedas (para todos los modelos) ordenador de a bordo, sensor de puertas abiertas y luces exteriores fundidas integrado en el cuadro de instrumentos, temperatura exterior, cronómetro, fecha y hora en display situado en el techo, luneta delantera calefactada, aire acondicionado, espejos retrovisores eléctricos y calefactados, asientos eléctricos traseros, los delanteros calefactados con regulación lumbar neumática de serie para todos los modelos, equipo de sonido de alta fidelidad con ajuste para plazas delanteras y traseras, techo solar eléctrico, lavaparabrisas con control de intervalos, lavafaros, control de crucero con botones en el volante, cinturones en todas las plazas traseras
