sábado, 11 de febrero de 2017

LAS REVIEWS DE JOAN PERE , LAND ROVER DISCOVERY 4 por Welly

LAND ROVER DISCOVERY 4 por Welly


Cuatro pinceladas del coche real.
En cierta manera basado en el chasis y la motorización del Range Rover de Land Rover, el Discovery, está pensado como un SUV de tamaño mediano, con un nivel de lujo entre el exclusivo Range y el más popular Land Rover. De esta manera podía competir de tú a tú, con los SUV japoneses.
En principio el Discovery se compone de dos generaciones, la primera o Serie I, puesta en el mercado entre 1989 y 1998. En 1994, recibe numerosas mejoras, siendo considerado una actualización de la Serie I.en algunos mercados se le denomina Discovery 2. En 1998 en Europa, y en 1999 en los Estados Unidos, sale al mercado la esta actualización del SUV, estando presente en el mercado hasta el año 2004, cuando se presenta la segunda generación del Discovery. En los mercados europeos recibe la denominación de Discovery 3 y LR3 en los USA. ya que los norteamericanos prefieron denominaciones alfa númericas.
Así llegamos hasta el año 2009, en que aparece nuestro protagonista el Discovery 4 ( LR4, para los norteamericanos), que no deja der una actualización del Discovery 3. Tiene su mismo sistema constructivo Body Frame. Sus líneas se suavizan adoptando las líneas de marca que ya se aplicaron al Range Rover y al Range Rover Sport. La mayoría de las mejoras respecto a su antecesor se basan sobretodo en la parte mecánica, con mejoras y fiabilidad de grupos motores, transmisiones, cajas de cambios y frenos, pero no se han descuidado los interiores, con un acabado más lujoso y actualizado a las modas de hace pocos años, con mayores niveles de tecnología y lujo
.
En Septiembre de este año pasado en Inglaterra, se presentaba la tercera generación del Discovery, es de suponer que Welly, asimismo nos la presente a los coleccionistas.

La réplica de Welly.
Personalmente pienso, que es uno de los coches a escala más conseguidos por el fabricante chino, sobre todo en este color marron metalizado. Para la misma referencia, 24008, se ha realizado en dos colores, el primero ya nombrado y un gris plata, apareciendo como novedad en el catálogo del 2011. Se acerca bastante a la distancia del Discovery 4, habría una diferencia de unos 15 cms, si el de Welly fuese real.
Como ya es típico de este fabricante, se le abre el capó motor, ambas puertas delanteras completas y está dotada de dirección.
Pero empecemos por una de las partes menos apreciadas por algunos aficionados, como es el chasis, y aqui si hay que dar una buena nota a esta parte de este coche, con un detalle muy bueno, casi a la altura de una maqueta ( me remito a las fotos), y que con un poco de trabajo de pintura, permiten unos acabados muy realistas dándole un plus de realismo a la miniatura. En cuanto al motor, encapsulado como todos estos coches modernos, está dotado del suficiente detalle como para darle cuatro toques de
acabado ( no es el caso), lo mismo que el interior, muy bueno y detallado, con una tampografía que cada vez es más compleja, sobre todo para el nicho de mercado que se mueve.
Respecto a la carrocería muy buen ajuste de puertas, bien encajadas, lo mismo que el capó. Vidrios enrasados y una pintura muy bien aplicada nos siguen dando alegrías. Como ya hemos comentado, está dotado de dirección ( mueve el volante), llantas y neumáticos muy convincentes ( quizás el único pero es que me ha parecido algo estrecho de vías) y sobre todo, está dotado del equipo de frenos al completo, es decir discos y pinzas ( cosa esta muy importante con llantas que permiten apreciar la parte posterior).
Como dato negativo, podría decir que no está dotado de los vidrios de las puertas delanteras, cosa que ya los últimos Welly los llevan. Aparte de detallar el chasis, lo único que le realice a la miniatura fue el panelado de las puertas traseras y el portón posterior. Le da más sensación de realismo, si cabe ( es una apreciación personal).
Creo sinceramente, que este Land Rover Discovery 4, se tiene que tener si o si , en nuestras colecciones a 1/24.















                                                                                    

                                        Joan Betulo