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Pocos coches en la historia han adquirido la importancia suficiente como
para marcar toda una época, pero menos aún se han convertido en un
icono artístico.El Jaguar E-TYPE, definido sin titubeos por Enzo Ferrari
como "el coche más bonito del mundo", es uno de ellos
El Jaguar E-Type tuvo algo cuando salió al mercado Era un deportivo puro, que entregaba unas prestaciones espectaculares por un precio asequible. , disfrutaría de un coche capaz de llevarle hasta los 242 km/h y hacerlo destacando por encima del resto de deportivos de la época.
Todo empezó en un Salón de Ginebra, allá por 1961, cuando los asistentes a esta importante cita quedaron boquiabiertos por las increíbles líneas de este deportivo que tenía como difícil misión sustituir a los modelos XK120, XK140 y XK150. Las aplastantes prestaciones que ofrecía (242 km/h de máxima) y el diseño tan atemporal , . Debido al reconocimiento e influencia ejercida sobre el mundo del arte, el MOMA de Nueva York exhibe desde 1996 una unidad del E-Type Serie I en sus instalaciones . la segunda razón de su éxito por detrás de su cautivador diseño fue el motor de seis cilindros en línea, un 3.8 litros capaz de producir 265 CV, que alcanzaba nada menos que 242 km/h y que podía ponerlo a cien kilómetros por hora en menos de siete segundos. Estos datos le convirtieron, al igual que su predecesor, el XK120, en el coche de serie más rápido del mundo.
El Jaguar E-Type tuvo algo cuando salió al mercado Era un deportivo puro, que entregaba unas prestaciones espectaculares por un precio asequible. , disfrutaría de un coche capaz de llevarle hasta los 242 km/h y hacerlo destacando por encima del resto de deportivos de la época.
Todo empezó en un Salón de Ginebra, allá por 1961, cuando los asistentes a esta importante cita quedaron boquiabiertos por las increíbles líneas de este deportivo que tenía como difícil misión sustituir a los modelos XK120, XK140 y XK150. Las aplastantes prestaciones que ofrecía (242 km/h de máxima) y el diseño tan atemporal , . Debido al reconocimiento e influencia ejercida sobre el mundo del arte, el MOMA de Nueva York exhibe desde 1996 una unidad del E-Type Serie I en sus instalaciones . la segunda razón de su éxito por detrás de su cautivador diseño fue el motor de seis cilindros en línea, un 3.8 litros capaz de producir 265 CV, que alcanzaba nada menos que 242 km/h y que podía ponerlo a cien kilómetros por hora en menos de siete segundos. Estos datos le convirtieron, al igual que su predecesor, el XK120, en el coche de serie más rápido del mundo.
