jueves, 1 de marzo de 2018

Cadillac Fleetwood 1955 Elvis Presley - Icons Global 1/24. Por Joan Betulo



CADILLAC  FLEETWOOD 1955 DE ELVIS PRESLEY  1/24.   EL  COCHE DEL REY DEL ROCK ´N´ ROLL






Cuatro pinceladas del coche real

A principios de 1955 Elvis Presley compró su primer Cadillac, un Fleetwood Serie 60 de 1954 de color rosa. El coche llevó a Elvis y su grupo de gira por diferentes estados hasta que el 5 de Junio de 1955 ardió completamente al prender el forro de los frenos. Pasado un mes del desastre, el cantante compró un segundo Cadillac del mismo modelo y serie pero esta vez de color azul y con el techo negro. Elvis, en su famosa canción “Baby, let´s play house” (su primera canción grabada para aparecer en la lista nacional de singles Billboard Country), hacía referencia a un Cadillac de color rosa, lo que sirvió para que un vecino suyo de Lamar Street, llamado Art, repíntara el coche de un rosa exclusivo para la estrella, color al que llamó “Elvis Rose”, dejando no obstante el techo en color negro. Una vez vio el coche terminado, Elvis se lo regaló a su madre, pero la señora Gladys Presley no tenía permiso de conducir, por lo que el coche siguió siendo usado por Elvis y su banda entre 1955 y 1956.

 

El 2 de septiembre de 1955 Scotty Moore, quien conducía el Cadillac, colisionó el coche contra una pick-up en Texarcana, Texas, causándole daños por valor de 1000 dólares. En noviembre de ese mismo año, coincidiendo con la firma de un contrato con la RCA, Elvis reparó el coche cambiando el tapizado y aunque mantuvo el color rosa, pintó el techo en color blanco (otras fuentes afirman que el techo no fue pintado hasta marzo de 1956). A su regreso del Servicio Militar en Alemania en 1960 Elvis prestó el coche a su compañero del ejército, Joe Esposito. Una vez fue devuelto, permaneció durante años bajo una cochera en la exposición permanente dedicada a Elvis en su mansión “Graceland” en Memphis y actualmente comparte espacio con otros modelos en el museo de automóviles ubicado también en la misma ciudad. En el año 2006 el coche fue expuesto ante la casa de Elvis con motivo de la visita del presidente George W. Bush, y el primer ministro de Japón, Junichiro Koizumi. Este Cadillac Fleetwood es, probablemente, el coche con el que más se identifica al “Rey del rock and roll”. Obviamente tuvo otros muchos coches (BMW, Mercedes o Ferrari…) pero Cadillac fue siempre su marca preferida.












El Cadillac de Icons Global 

 



El autor ya conocía la existencia de la versión de Franklin Mint del Fleetwood rosa de Elvis. Por eso, cuando un conocido le dijo que le regalaba el coche de Elvis, inmediatamente pensó en el de FM, pero la verdad es que erró completamente el tiro. Icons-global, ¿quienes son estos? 


 

Resulta que Icons-global es una empresa norteamericana (con sede en Carolina del Norte, pero de ámbito mundial) especializada en todo tipo de marketing y que, entre otros temas, lleva una parte de las réplicas de coches de la NASCAR. Para los aficionados al 1/24 nos serán más familiares una versión del Ford GT 40 MKII y tres versiones del Cobra que se realizaron para la marca de filtros WIX. En 2010, con motivo de la celebración del 75 aniversario del nacimiento de Elvis, se lanzó al mercado una edición especial del Fleetwood rosa, aunque realmente sería más propio afirmar que el coche salió a la venta en 2009. El trabajo se realizó conjuntamente entre Icons, los archiveros de EPE (Elvis Presley Enterprises, Inc.) y la General Motors. Presentado con un embalaje muy atractivo que incluye fotografías del coche real y del propio Elvis, es de aquellas cajas dignas de conservar.


 


¿Primera impresión del coche? Cuando lo sacas de la caja piensas: “¡Cómo pesa!”. Casi 900 gramos de Cadillac a escala nos contemplan. Al darle la vuelta observamos un chasis muy detallado, con una suspensión funcional que permite al coche asentarse perfectamente.

 

 El marchamo de Elvis Motor Classics, en la parte inferior del tanque de combustible, es fiel reflejo del espíritu que se ha querido dar al Serie 60. Además, este gran coche no se quedará solo, ya que parece ser que otros modelos icónicos del artista lo acompañarán en el futuro. Como se puede apreciar en las fotografías de la réplica, el capó motor, el maletero y las 4 puertas son practicables.


 





 La dirección es maniobrable (algo no muy aconsejable de hacer con el coche apoyado sobre sus ruedas debido a su peso). Bajo el capó motor nos encontramos una excelente reproducción del V8 de Cadillac. La cara interior del capó motor está pintada en negro mate simulando el anticalórico, y al cerrarlo se puede oír un sonoro “clonk”. 

 


El maletero contiene la rueda de recambio, muy bien simulada, ya que es una rueda de recambio propiamente dicha; es decir, no se trata de una rueda completa más del coche con su tapacubos, sino que la llanta aparece desnuda, sin el accesorio que, aún estando muy bien, no se ajusta a la realidad. Aunque en principio el maletero no está tapizado (ni el habitáculo tampoco), un convincente plástico gris casi mate consigue el efecto deseado

 



Las puertas abren mediante un sistema parecido a una bisagra, lejos de los eternos brazos que afean otros coches. Esto permite, por un lado, que los guarnecidos estén completos, y por otro, que se solucione perfectamente la apertura de las puertas traseras, tema este bastante complejo.


 




 Además, las puertas cierran correctamente, encajando perfectamente en su marco. A título personal, diría que el coche habría mejorado si se le hubieran colocado los vidrios en las cuatro puertas.


 




 El interior es respetuoso con el original del Cadillac Fleetwood de Elvis. Ya hemos comentado que aunque el interior no esté tapizado, el plástico utilizado da el pego. Los asientos, el “tapizado” del techo, el tablier, los relojes de control, el pedalier, la palanca de freno de mano, etc. todo está tal y como es en el coche real.

 


 Incluso al “tapizado” del suelo se le han añadido las iniciales “E. P.” junto a una nota musical. El exterior pueden juzgarlo ustedes mismos: detalles, detalles y más detalles. No se puede negar que Icons ha realizado un excelente trabajo, que, sin llegar a los niveles de detalle del Cadillac Fleetwood de Franklin Mint, lo cierto es que no le va muy a la zaga. 



 



El autor lo tiene claro: si esta empresa lanza al mercado más modelos de Elvis Presley a escala 1/24, los querrá tener todos.










 JOAN BETULO