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Opel GT 1900 (1968): el sueño deportivo de Opel
Algunos coches no solo se conducen: se sienten.
El Opel GT 1900 de 1968 es uno de ellos.
En plena revolución de finales de los años 60, Opel se atrevió a romper su propia imagen y lanzó un deportivo elegante, accesible y con personalidad. El resultado fue un coche que muchos llamaron el Corvette europeo, pero que en realidad supo crear su propio lenguaje: bajo, largo, sensual y con inconfundibles faros escamoteables giratorios que aún hoy roban miradas.
Bajo su estilizada carrocería latía un motor 1.9 litros de 102 CV, suficiente para ofrecer una conducción ágil y directa. No buscaba cifras extremas, sino equilibrio y conexión entre coche y conductor. Cada curva, cada aceleración, transmitía sensaciones puras.
El interior seguía la misma filosofía: sencillo, funcional y orientado a disfrutar de la conducción sin distracciones. El GT 1900 no quería impresionar con lujo, sino con carácter.
Hoy, más de medio siglo después, el Opel GT 1900 sigue siendo un símbolo de una época en la que los coches tenían alma. Un deportivo que no gritaba, susurraba emoción, y que aún invita a vivir la carretera como antes: con pasión.
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